4 de noviembre de 2003

El reparto de butano

En la tan promocionada “ciudad del diseño”, de ambiciosos proyectos urbanísticos y de infraestructura moderna, muchos ciudadanos soportamos indignados y sin resignación el tercermundista sistema de aviso del reparto de butano a base del maltrato a las bombonas. El posible argumento que nos pueden endilgar de “servicio público” se desmonta al comprobar la exactitud horaria del paso de los camiones.

A los que consideramos este ruido como absurdo, idiota e innecesario, se nos ocurren varias cosas: a) es una muestra más del desinterés de la Administración por los problemas cotidianos; b) es un paradigma más de la desidia de nuestros representantes más próximos (¡qué pedir a los más alejados!); c)es para dar un voluntario toque pintoresco a la ciudad; d) es sencillamente que, al no molestarles a ellos personalmente, el problema ¡no existe!

ESTHER MELCON RGUEZ
Barcelona

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