27 de juny de 2004
Sonidos
en la montaña
La
carta Circular por el bosque (19/VI/2004), de Damaris Mauri, refleja la mentalidad
común quienes pululan motorizados por bosques y montañas. Se lamenta
de que, con la nueva normativa, se impida disfrutar del medio natural por
el simple hecho de ir motorizado. Eso no es disfrutar del medio, sino aprovecharse
de su terreno accidentado para practicar un deporte inapropiado. Además,
ir motorizado por el bosque no es un simple hecho, sino una calamidad
que produce erosión y además degrada el paisaje sonoro.
El silencio
de la naturaleza está poblado de una variedad infinita de ruidos, sonidos
y voces. El estrépito de esas monstruosas chicharras metálicas merodeando
por los caminos forestales destruye, en muchos kilómetros a la redonda,
este inapreciable mundo sonoro. Mauri dice: No somos delincuentes por circular
por la montaña. Es cierto, son inconscientes que no saben el daño
que causan, y tiene la ingenuidad de proponer el pago de una tasa que les autorice
a seguir metiendo ruido.
JORDI CUNILLERA
Barcelona