27 d'abril de 2004
La música como incordio
En
el artículo La música como arma 21/III/04, el escritor
Quim Monzó ironiza sobre esa presencia sonora inhumana con la que nos encontramos
fatalmente en cafés y restaurantes, en los trenes, en el metro de Barcelona...
Aunque suene a música, es el peor de los ruidos. Se la conoce como
música ambiental, porque es algo que está en el ambiente,
como un mal olor, pero el apelativo música cojonera indicaría
mejor su talante. Por desgracia, el común de los mortales se ha resignado
a convivir con esa plaga que da el latazo incluso en el silencio de las librerías.
Los amantes de la música, que saben de esto, deberían arremeter
sin contemplaciones contra la música ambiental que nos invade
por todas partes cuando, con la intención que sea, se impone a su deseo.
Sólo en el amor y la libertad la música nos da un poco de su
paz.
FRANCESC
X. GUILLÉN Barcelona