El problema radica en que la grave situación de contaminación acústica y
medioambiental que sufrimos se podía haber evitado. No se quisieron hacer los
estudios pertinentes de impacto ambiental y los políticos dejaron la solución en
manos de AENA. Pero esta empresa pública que tendría que ser ejemplo de
actuación, no sólo desprecia la vida de los ciudadanos de esta zona sino que
además está actuando fuera de la legalidad.
El ruido sobrepasa con creces los decibelios establecidos por ley y no se respeta el horario nocturno (después de las 11 de la noche siguen pasando aviones). Aena se niega a buscar una solución y además, la Policía nos multa a nosotros por manifestarnos. Las sanciones deberían ponérselas a AENA y no al ciudadano desesperado que lucha por defender sus derechos. El error lo han cometido los políticos y AENA. Queremos una solución ya. Que dejen de menospreciarnos.
Señores implicados , tanto políticos como a quien corresponda ¿ como tienen la conciencia tan tranquila? vayan a pasar tan sólo una noche a las zonas afectadas y comprobaran en su propia piel que mal se vive por su culpa.