Anuncios en el metro
Andrea Duarte
Barcelona
En la carta del día del 21 de octubre, que trata del incivismo en Barcelona, figura una frase destacable: “Aún hoy, hay quien parece no entender que la libertad individual termina cuando empieza la de los demás”. En efecto, aún hoy, los responsables de TMB parecen no entender que su libertad de contaminar los andenes del metro con publicidad ruidosa termina donde empieza la libertad de los usuarios que no quieren oírla. El metro es un servicio público en el que se debe respetar a todos los usuarios. Unas pantallas sin sonido, como las de FGC, serían lo correcto.