21 de marzo de 2005

Quién impone
Guillermo Martí

Me deja perplejo la carta publicada por la señora Julia Peréz Artúa, que contestaba a otra carta de un viajero molesto por la música en el tren. ¡Cuántas contradicciones!
A usted le da miedo la gente que nos impone la forma de viajar y sin embargo usted nos impone su música diciendo: «Si le molesta, póngase unos tapones.»
Señora Julia, usted sí que da miedo pues no respeta que haya gente a la que la música le pueda molestar. El tren está hecho para viajar, no para escuchar música. Si usted quiere escuchar música le sugiero que se compre un MP3 y la escuchará sin molestar. Los tapones que usted impone, los he tenido que usar yo muchas veces y son incómodos e ineficaces. Además, lo que usted impone es como decirle a alguien que se ponga una mascarilla cuando fumen a su lado.
Debo decirle que dormir o conversar resulta difícil cuando la música está tan alta. Sólo me resta sugerir a Renfe, en vista de que existen algunas personas como la señora Julia, una solución salomónica: pongan la mitad de los vagones con música y la otra mitad sin.

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