20 de juny de 2005

¿Turismo? No, gracias

Soy una ciudadana que opta por una Barcelona con un pulso más suave, más tranquilo... lo cual no está reñido con el carácter mediterráneo, cosmopolita y audaz de Barcelona. La ola turística que invade la ciudad proporciona grandes beneficios a unos pocos -cuyos nombres deberían publicarse- y destruye el tejido social y urbano afectando la calidad de vida de todos. Se sabe lo insano que es un habitat ruidoso, denso, sucio, con servicios públicos que se deterioran. Como guinda, el helicóptero turístico sobrevolando nuestras cabezas, casas, calles, parques y jardines aumentando los decibelios en la ya bulliciosa Barcelona.

Ruego a toda la ciudadanía y a los poderes fácticos pertinentes tomen las medidas oportunas para fomentar un desarrollo humano y sostenido de nuestra ciudad.

ANA JAÉN CAMPOS
BARCELONA

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