De
nou sobre el soroll de l'helicòpter turístic(*)
Mariano
Collado
Barcelona
Los
fines de semana, cuando hay sol, acostumbro subir al terrado a leer un libro.
Cuál fue mi estupor al comprobar que la paz de la que solía disfrutar
en ese espacio se vió impúnemente violada por las ruidosas aspas
de un helicóptero!!! A pesar de vivir en Gràcia, enclave de por
sí ruidoso a nivel de la calle, el terrado ofrecía la escapatoria
ideal a la dictadura de los decibeles. ¿Y ahora, qué nos queda?
Ya ni el cielo perdonan, el turismo y la polución acústica. ¿Dónde
están los supuestos ecologistas que gobiernan la ciudad? En vez de gastar
en cartelería inútil, actúen!
(*)
Des de
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