Desde el pasado 24 de octubre, en las obras de la línea 9 de metro en
la confluencia de la calle de la Aprestadora con la de Fortuna, en
L'Hospitalet, se está trabajando las 24 horas, infringiendo las ordenanzas
municipales, ya que según la Agencia de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento
ni siquiera se han molestado en pedir autorización para trabajar por la
noche, de manera que en ningún momento dejan de hacer ruido. Avisada la
Guardia Urbana, afirma que los operarios aseguran que tienen permiso y que
la obra no se puede parar. Me permito decir que eso es falso, ya que si se
puede parar el sábado por la tarde, y los domingos y festivos, como han
venido haciendo durante las últimas tres semanas, también se puede detener
por la noche. Lo que ocurre es que trabajan a destajo, y ya veremos cómo
influye esto en la seguridad. Sugiero que trabajen los festivos en lugar
de hacerlo por la noche. Es increíble la prepotencia de las grandes obras
públicas, que por lo visto se creen que están por encima de la ley, no sé
si por ser grandes o por ser públicas, y desprecian incluso el descanso de
los vecinos. La noche del 10 de noviembre ha sido especialmente dura,
quizá estuvieran rompiendo roca, pero mi hijo se ha despertado un par de
veces llorando y pensando que eran petardos o cohetes.