HomeOpiniónTemasClasificadosServiciosServicios
 
Vivir
 
  Girona
AGUSTÍ ENSESA
La torre de control del aeropuerto de Girona–Costa Brava
 
2 min
 
 

Quejas en el Gironès por el ruido que provocan los aviones de Ryanair

Salt y Fornells de la Selva son dos de los municipios más perjudicados por el estrépito que emiten los reactores  

PEP TABERNER - 25/01/2004
GIRONA

Para los municipios situados a un radio de 25 kilómetros del aeropuerto de Girona-Costa Brava, la consolidación de los vuelos regulares provoca serios problemas de ruido. Las aeronaves sobrevuelan núcleos urbanos a poca altura y el estruendo que emiten perturba el descanso de los vecinos. Salt y Fornells de la Selva son dos de los municipios más perjudicados, aunque el estrépito de los reactores también se escucha en poblaciones como Aiguaviva y Vilablareix.

El alcalde de Salt, Jaume Torramadé, comprende que el aeropuerto constituye un equipamiento “necesario para el desarrollo económico de la provincia”. No obstante, reclama una “mayor sensibilidad” a la gestora de aeropuertos AENA con los municipios afectados por el ruido que emiten los aviones. “Sería conveniente estudiar la modificación de las rutas que siguen los aviones para efectuar las maniobras de aterrizaje y despegue”, agregó.

Gabriel Casas, alcalde de Fornells de la Selva y presidente del Consell Comarcal del Gironès, señala que en los últimos meses la tranquilidad del municipio se ha visto perturbada por el tráfico aéreo.

Asimismo, Casas advierte que a partir del 5 de febrero, fecha en que la aerolínea de bajo coste Ryanair –que desde diciembre del 2002 opera en Girona– tiene previsto iniciar ocho nuevas rutas europeas, el movimiento de aeronaves se intensificará.

22 vuelos diarios

A partir de ese día, Ryanair ofrecerá 22 vuelos diarios que conectarán Vilobí con Roma, Liverpool, Eindhoven, Venecia, Turín, París, Kalsruhe-Baden y Alghero. El primer avión despegará a las 6.30 horas rumbo a Roma. Actualmente, la compañía irlandesa vuela a ocho destinos europeos: Londres, Glasgow, Dublín, Milán, Francfort, Bruselas, Bournemouth y Birmingham.

El alcalde de Fornells considera que ahora es un buen momento para buscar soluciones al problema del ruido que emiten los aviones. Planterá la cuestión en el próximo Consell d'Alcaldes del Gironès, convocado para el 11 de febrero. “Primero, debemos ser capaces de analizar el problema con profundidad para luego plantear posibles soluciones a los responsables de AENA”.

Jaume Torramadé coincide en que es necesario abrir un debate entre los municipios afectados, para valorar la posibilidad de impulsar “iniciativas conjuntas” para presionar a AENA. “Debe quedar claro –agregó– que no nos oponemos a los vuelos, pero los vecinos de Salt están en su derecho de reclamar que se respete su tranquilidad.”

En abril del 2002, ocho meses antes de la implantación de los vuelos de bajo coste, nueve ayuntamientos del Gironès y la Selva hicieron un frente común para protestar por el ruido que provocaban los vuelos de prácticas que efectuaban pilotos de Iberia desde el aeropuerto de Girona, que por entonces registraba bajísimos niveles de actividad.



 
LA VANGUARDIA, el diario más vendido en Catalunya  Control OJD
Copyright La Vanguardia Ediciones S.L. y Iniciativas Digital Media S.L.
All Rights Reserved - Aviso Legal - Contacte con nosotros - Publicidad