MEDIDAS DE
CONTROL DEL OCIO Y LA ACTIVIDAD TURÍSTICA BCN prevé limitar bares y locales de comida
rápida en la Sagrada Família
• Los vecinos
critican el ruido, la suciedad y la ocupación abusiva de las
aceras • El ayuntamiento
estudia la opción de vetar nuevas licencias en la
barriada
Una terraza de la
avenida de Gaudí, ayer por la tarde. Foto: MARINA
VILANOVA
JORDI SUBIRANA BARCELONA
El Ayuntamiento de Barcelona se plantea poner
coto a la concesión de licencias para bares y restaurantes de
comida rápida en la Sagrada Família. La razón hay que buscarla
en las reiteradas protestas de los vecinos por los ruidos, la
suciedad y el uso abusivo de la vía pública por parte de
algunos locales con terraza. Jordi Ligüerre, presidente de
la asociación de vecinos, denuncia que los alrededores del
templo se han convertido "en un parque temático", lo que ha
llevado al colectivo a reclamar al consistorio la puesta en
marcha de un plan de usos para limitar el número de locales de
pública concurrencia, "ya que hay suficientes para atender a
los turistas".
NORMATIVA ESTRICTA El líder vecinal
explica que los locales de comida rápida o fast food
comportan "problemas de humos en los patios interiores, malos
olores y suciedad". Pero afirma que los principales problemas
los ocasionan los bares, "tanto por el ruido como por la
proliferación de terrazas que apenas dejan espacio para
caminar por la acera". Assumpta Escarp, concejala del
Eixample, explica que el distrito ya cuenta con "una normativa
muy estricta" en lo que se refiere a la concesión de licencias
para estos locales --uno de los artículos de la ordenanza para
la mejora y el mantenimiento del Eixample--, aunque señala que
el consistorio está estudiando poner en marcha un plan de usos
más concreto para la zona. El tema se tratará el próximo
viernes en una reunión entre el distrito y los vecinos. Sin
embargo, la ofensiva municipal contra bares y fast
foods comenzó el pasado verano, cuando se incrementaron
las inspecciones y las multas por suciedad y uso abusivo de la
vía pública. La concejala afirma que son los bares con
terraza y los fast foods los focos del conflicto. "En
este barrio casi no hay discotecas", explica Escarp. Y añade
que la proliferación de locales "no se debe a nuevas
licencias, sino a negocios que son traspasados". Los problemas
se concentran en las calles de Provença y Mallorca, entre
Sicília y Marina, y en el principio de la avenida de
Gaudí.
LA PÉRGOLA Por otra parte, los vecinos y el
distrito se oponen a la desaparición de la pérgola de la
avenida de Gaudí que reclaman algunos comercios. La marquesina
no se ha podido utilizar últimamente porque se ha tenido que
reparar después de que un camión de la basura chocara contra
ella. Los comerciantes alegan que no es segura, aunque Escarp
sostiene que las quejas se deben a que "quieren poner más
bares".
Noticia publicada en la página 044 de la edición
de Martes, 23 de noviembre de 2004 de El Periódico - edición
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