Hacer ruido por encima de los
parámetros permitidos, infringir la Ordenanza Municipal de
Protección del Medio Ambiente en esta materia, va a ser en
Torrelavega, a partir de ahora, más caro. Alterar el derecho de las
personas al descanso tendrá menos posibilidades de quedar impune,
con la aplicación de dos medidas, principalmente para locales de
hostelería, que le permitirán al Ayuntamiento extremar el control
sobre las actividades molestas. La ampliación de medios, recogida en
la ordenanza tras una modificación, para determinar y probar las
infracciones, permitirá avanzar en buscar soluciones para atajar un
problema, el de los ruidos, por el que en el Ayuntamiento se reciben
frecuentes denuncias.
En Torrelavega se realizan cada año más
de un centenar de mediciones de ruidos en viviendas de ciudadanos
que denuncian actividades molestas. Los problemas parten de locales
de hostelería en aproximadamente un 80% de los casos, y el 20%
restante tienen su origen en actividades diversas: ruidos por el
funcionamiento de cámaras frigoríficas, equipos de aire
acondicionado o ventilación, obras, puertas eléctricas de garajes,
personas que tocan instrumentos, etcétera.
Para combatir la
causa más frecuente, los ruidos por actividades de hostelería, el
Ayuntamiento va a aplicar en los próximos días dos medidas. Por un
lado se instalarán sonógrafos registradores de ruido, en continuo,
en los establecimientos en los que se desarrolle la actividad
cuestionada, medida que se aplicará, de inmediato, en diez locales
contra los que más han incidido denuncias vecinales. Y por otro, a
los propietarios de establecimientos incursos en expedientes
sancionadores se les exigirá la instalación de limitadores
acústicos, con carácter permanente, y corriendo por su cuenta los
gastos, tanto por la compra del equipo como por el mantenimiento,
que deberán certificar con revisiones anuales.
Las mediciones
de los sonógrafos, que se irán instalando de forma rotativa por
distintos locales, no servirán para sancionar, pero sí como elemento
informativo complementario de las inspecciones. Permitirán comparar
los datos de las mediciones realizadas en las viviendas afectadas
(que son las que valen para las denuncias) con las de los locales
presuntamente causantes de los ruidos. Y, lo más importante, al
quedar registrada la pauta habitual de la actividad del
establecimiento (las horas y días de más ruido) el técnico que hace
las inspecciones tendrá más posibilidades de acertar con la franja
horaria más idónea para personarse en los pisos a hacer mediaciones.
Esta comprobación del nivel de ruidos se realiza con sonógrafos
homologados (en la foto inferior) y las denuncias se trasladan al
departamento de actividades, que es el que eleva la propuesta de
sanción a la Alcaldía. El Ayuntamiento ha adquirido también
sonógrafos portátiles para su utilización por la Policía
Local.
La segunda de las medidas es la de los limitadores
acústicos, que la Ley de Ruidos determina que serán obligatorios a
partir de 2007, en todos los focos emisores, pero cuya instalación
el Ayuntamiento ha aprobado que tendrá que ser inmediata en aquellos
locales que se vean inmersos en un expediente sancionador. Son unos
aparatos que adecuan las frecuencias de emisión de los equipos de
música a las que es capaz de tolerar el aislamiento acústico del
local. Precintados, tras su programación, estos aparatos estarán
conectados con el Ayuntamiento, por modem, para poder controlar su
funcionamiento y detectar su posible manipulación. Y una vez
instalados, ya no podrán retirarse, aunque se mejore la
insonorización. Eso sí, en este caso, se adecuarían las frecuencias
de emisión a las nuevas condiciones.
En la ordenanza
municipal se contempla la aplicación de sanciones por ruidos, de 150
euros para infracciones leves, de 150 a 400 euros para las graves, y
de entre 450 y 900 euros para las muy graves. Estas últimas pueden
llevar aparejada además la retirada temporal o definitiva de la
licencia de apertura del local afectado.
El nivel máximo de
ruido que puede transmitir a una vivienda una actividad externa en
horario nocturno (entre las diez de la noche y las ocho de la
mañana) es de 28 decibelios (db) (A) en el caso de los dormitorios,
de 35 db (A) para las demás dependencias, y de 40 db en las zonas
comunes del edificio (escaleras, portal, etcétera). Y en zonas
comerciales, el máximo autorizado es de 55 db (A) en horario
nocturno y de 65 db (A) en diurno.
En la madrugada de algún
fin de semana, en Torrelavega se han llegado a detectar 50 db (A)
dentro de alguna vivienda de la 'zona de vinos', aunque a veces
resulta difícil determinar qué porcentaje de ruido, cabe imputarle
al local presuntamente causante y cual al ambiente de la
calle.