Mi marido ronca
Nunca pensé que fuera un problema: mi marido ronca,
me impide dormir y discutimos. Se resiste a ir al médico. Me acusa
de intolerante. ¿De quién es la razón? ELVIRA SANJOSÉ (Sant
Cugat)
NORBERT
BILBENY - 22/10/2004 Una de nuestras necesidades
básicas es el descanso. Es comprensible su malestar. Sin embargo,
puede que entre ambos lo estén exagerando un poco. Ojalá todos los
problemas de nuestra convivencia fueran de este cariz.
Ni
roncar ni quejarse de los ronquidos del otro es en sí recriminable.
Lo malo es que ambas cosas, tan naturales y frecuentes, perjudiquen
una relación, pudiendo evitarse. Que usted duerma en el sofá le
resulta a su compañero tan desagradable como a usted el oirle
roncar. O más, con razón.
Aun así, no es la solución ideal
que se acueste con tapones en los oídos o que duerma en habitación
aparte, porque hay médicos especialistas que ayudan a corregir este
hábito nocturno.
Hablen con su médico de cabecera. Pero,
sobre todo, hable con su marido. Se puede y se debe
hacer.
|