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Jueves, 22 de julio de 2004


CATALUÑA
EDICIÓN IMPRESA - Cataluña
Los vecinos de Sants-Montjuïc denuncian el exceso sonoro de una discoteca desde hace 9 años
ABC Las actividades de ocio nocturno impiden dormir a muchos barceloneses
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BARCELONA. «Cuando ya no puedo aguantar más me refugio los fines de semana en casa de unos amigos o incluso he llegado a pagar la habitación de un hotel para poder descansar por la noche», asegura Anna Menéndez, una vecina del distrito de Sants-Montjuïc afectada por la contaminación acústica generada por las numerosas actividades de ocio nocturno que durante todo el año se desarrollan en la montaña olímpica. El principal foco emisor de ruido nocturno en esta zona de la ciudad es una discoteca al aire libre, denominada «La Terrraza», que, según afirman la portavoz de los afectados, supera ampliamente los 70 decibelios de madrugada, una medida que sobrepasa el nivel sonoro establecido por las ordenanzas municipales.

«Desde hace nueve años -explica Menéndez-, los vecinos vienen denunciando el exceso de ruido de esta discoteca que nos impide conciliar el sueño de jueves a domingo y de mayo a octubre. No la cierran porque al Ayuntamiento de Barcelona no le da la gana, porque al alcalde Clos le interesa más el turismo y el buen funcionamiento del Pueblo Español que el descanso y la salud de los 5.000 vecinos que residen en los barrios de Poble Sec y de la Font de la Guatlla».

Registros sonométricos

Tras las decenas de denuncias presentadas por los vecinos -acompañadas por videos y registros sonométricos que demuestran la actividad sonora ilegal de este local-, el Consistorio obligó a la discoteca instalar unas pantallas acústica que ha reducido el ruido en cinco decibelios, pero los vecinos continúan sin poder descansar durante toda la noche.

«El pasado fin de semana cerraron a los 8.30 horas de la mañana del domingo. No se puede soportar porque la música de la discoteca penetra en todas las estancias de tu casa y, al final. el ruido te vuelve loca», asegura.

La discoteca «La Terrraza» no es el único foco emisor de ruido en esta zona de la ciudad. Las carpas de «Firestiu», los conciertos del Estadi Olímpic Montjuïc, los tres días del «Primavera Sound», la Maratón del Espectáculo, la temporada de teatro del Greg... son algunas de las actividades de ocio nocturno que durante todo el año acoge la montaña olímpica.

«Las autoridades de Barcelona están locas porque organizan, autorizan y promueven todas estas actividades que son ilegales a nivel ambiental porque superan ampliamente los límites sonoros establecidos por la ley con el fin de que no perjudiquen la salud y el descanso de los vecinos», subraya Anna Menéndez.

«Falta de control»

Cuando la comunidad afectada se queja de las molestias sonoras ante el Consistorio, la portavoz de los vecinos explica que reciben la misma respuesta: «Siempre nos dicen que los jueces no están sensibilizados en castigar el delito acústico y que, en estos casos, las sanciones sirven de muy poco». Menéndez lamenta «la falta de control» de estas actividades ilícitas por parte del turno nocturno de la Guardia Urbana, «ya no vienen cuando les llamas por problemas de ruido», añade.

Esta situación ha acabado por hundir a los vecinos de Sants-Montjuïc en «la desesperación y la impotencia» porque no tienen recursos suficientes para insonorizar sus viviendas e instalar aire acondicionado para protegerse del exceso de ruido en la montaña olímpica.

«Tampoco tenemos dinero ni valor suficiente, como han hecho otros afectados, para contratar a un abogado que reclame ante los tribunales nuestro derecho a poder descansar por las noches», apunta Menéndez.

Zona ZARE para Montjuïc

La paciencia y la constancia en denunciar los excesos sonoros son, de momento, sus únicas armas para defenderse de la agresión ambiental. La portavoz de los afectados destaca que «hemos reclamado al Ayuntamiento que declare el perímetro de la montaña como Zona Acústica de Régimen Especial (ZARE) para reducir el exceso de ruido en Montjuïc». Con el mismo objetivo y poner coto al ocio nocturno, han solicitado también que se declare Zona Especial de Protección de la Calidad Acústica (ZEPCA), pero todavía no han recibido ninguna contestación por parte de las autoridades.

Sants-Montjuïc no es el único distrito de Barcelona que reclama silencio en la ciudad. Los vecinos de algunas calles y plazas de Gràcia, Ciutat Vella, Eixample, Hortà-Guinardo, Sant Andreu o Sarrià-Sant Gervasi denuncian también desde hace años las molestias causadas por el ocio nocturno, pero aseguran que sus quejas son «ignoradas» por el Consistorio.