Oido
hipersensible: ruídos insoportables
Este
fenómeno hace que se perciba el más mínimo sonido y lleva a que algunas personas
sean consideradas como locas El Universal Lunes
20 de septiembre de 2004
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exageración o aumento de la agudeza auditiva, acompañada de dolor o una sensación
desagradable ante algunos sonidos, especialmente los ruidos intensos, es un síntoma
transitorio de la abstinencia de sedantes hipnóticos, como las benzodiacepinas
y, además, puede producirse en los trastornos de angustia. Este fenómeno, que
consiste en la exaltación de ciertos sonidos y no permite al individuo diferenciar
las distintas intensidades sónicas, también es uno de los síntomas más comunes
del Síndrome de Williams, un trastorno genético muy poco frecuente que retrasa
el desarrollo y el aprendizaje de los niños. Aunque también puede desencadenarse
después de ser expuesto a un ruido intenso y comenzar con la audición de un suave
silbido y evolucionar, primero en un oído y luego en el otro, hasta hacer insoportable
y dolorosa la escucha de cualquier sonido. Sea como sea, la persona aquejada
de hiperacusia vive una pesadilla acústica. Hasta el ruido más pequeño le suena
como una explosión. Vive en un mundo donde el volumen acústico está situado al
máximo, donde el sonido que se produce al verter los cereales del desayuno en
un tazón parece el estallido de unos fuegos artificiales y el agua de la ducha
suena como una catarata. |