El Ayuntamiento de Baza estudia
denunciar al santón de la localidad, Esteban Sánchez, por su
negativa a disminuir el volumen de las campanas que repican
constantemente en el campanario que él mismo construyó y que ya le
ha constado la apertura de un expediente sancionador. La Policía
Local pidió ayer al santero que dejase de tocar las campanas y que
eliminase la música que las acompaña, pero éste se negó alegando que
no tenía constancia de ninguna queja de sus vecinos, por lo que los
técnicos municipales estudian acudir al Juzgado para que autorice la
entrada a la propiedad privada y se pueda precintar el conjunto
musical.
El concejal de Gobernación del Ayuntamiento de
Baza, Juan Antonio Pérez Marín, dijo que al tratarse de un domicilio
particular y no de un establecimiento público los agentes no puede
acceder al mismo si una orden judicial. La Policía Local ha
realizado ya un informe que, junto a los realizados por los
servicios técnicos y jurídicos del Ayuntamiento, serán enviados al
juzgado de lo contencioso, pidiendo al juez la suspensión cautelar
de la emisión de sonidos, mientras que se produce el juicio y se
pronuncia sentencia.
No obstante, el Consistorio bastetano ha
dejado una puerta abierta y podría reconsiderar el inicio de
acciones judiciales si el Santón silencia el sonido del reloj y deja
de 'contaminar' acústicamente al vecindario.
Con más
fuerza
Esteban Sánchez interrumpió durante unos días
las melodías con las que marca los cuartos y las horas desde su
campanario, tras pedírselo el Consistorio, por las quejas de los
vecinos, pero de nuevo repica y esta vez con más fuerza, ya que ha
aumentado el volumen de sus melodías y campanadas, sin respetar ni
horas de descanso ni fines de semana, lo que ha provocado nuevas
protestas. Incluso, el sonido impide escuchar las misas que se
ofician en la Iglesia del Santo Ángel, en el barrio de las Cuevas y
cercana al campanario del santón.
La concejal del Grupo
Mixto, Francisca Pardo, presentó ayer una moción en la que pide que
se adopten medidas para evitar las molestias que sufren los vecinos.
Unas molestias que, según dijo, pueden tener consecuencias graves
como estrés, insomnio y crisis
nerviosas.