MADRID. Una discusión,
aparentemente trivial, volvió a cobrarse ayer una nueva víctima por
muerte violenta en la región, la cuarta en menos de una semana y la
número 51 en lo que va de año. Todo comenzó la pasada madrugada en
un edificio situado en el número 23 de la calle de Donoso Cortés
(Chamberí). El incidente se produjo en el piso 2º izquierda, el
único alquilado de la finca que había dado no pocos quebraderos de
cabeza a los residentes, ya que era sistemáticamente subarrendado a
terceros.
Ahora residían cinco personas -cuatro hombres y la
inquilina oficial, una mujer dominicana-. Anoche todos dormían
plácidamente en tres cuartos diferentes. La calma era total. Sólo
una persona en toda la casa no podía conciliar el sueño. Era José
María V.M., de 26 años. Los ronquidos de su compañero de habitación.
Javier G. F., de 28 se lo impedían. Eran ya más de las tres y su
enojo crecía según avanzaban las manecillas del reloj. Harto de la
situación le despertó y se enzarzaron en una discusión que fue
subiendo de tono. Los golpes, las carreras, y el ruido de un sinfín
de objetos y muebles, estampados contra paredes y suelo despertaron
al inquilino de la habitación contigua. El estruendo cada vez era
mayor, por lo que el desafortunado oyente, que sólo llevaba dos días
en el piso, se encerró con llave. A las fuertes sacudidas les
sucedieron los chillidos, cada vez más altos, por lo que se
despertaron los residentes de otras viviendas. La trifulca culminó
cuando José María cogió un cuchillo de cocina y se lo clavó al otro.
En el cuerpo a cuerpo los dos se hirieron. Fue el que inició la
pelea quien avisó al 112 de la Comunidad. Eran las 3.30 horas. Hasta
allí acudieron dos UVIS del Summa y la Policía. José María tenía una
herida incisa en el muslo derecho y la mandíbula fracturada. Estaba
grave. La peor parte se la llevó Javier, ya que la herida punzante
en el abdomen le provocó una hemorragia interna que le causó la
muerte al poco de ser hospitalizado.
Múltiples
antecedentes
El fallecido tenía un amplio historial delictivo
por robos con fuerza, lesiones, varias reclamaciones judiciales, así
como atentado contra la autoridad, resistencia y desobediencia. José
María tenía tres antecedentes, dos por hurto y otro por
falsificación. Llevaban sólo una semana viviendo
allí.