Despegue con sordina Vecino de gavá proponen una alternativa para que la
tercera pista sea operativa sin molestias
Los afectados no pudieron acceder anoche al
pleno municipal por la acción de los antidisturbios |
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FRANCESC
PEIRÓN - 19/11/2004 BARCELONA
Los
vecinos del barrio residencial de Gavà Mar saben lo que significa
vivir en un piso o casa unifamiliar con vistas aéreas. Lo de aéreas
no viene porque desde sus terrazas vean sus piscinas privadas, el
bosque, la playa o el horizonte, que también. Lo de aéreas, en este
caso, se refiere a que los aviones pasan por encima de ellos a muy
poco metros rumbo a tomar tierra en la nueva pista del aeropuerto de
El Prat. Cuenta el señor Luis Lagorich que desde el sillón del salón
de su piso distingue a las azafatas.
Puede parecer
exagerado, pero es que los críos de la guardería Gimbebé hacen
repaso del abecedario gracias a las letras impresas en la barriga de
los boeings.
Esa invasión visual no es nada comparada con la
contaminación acústica que comporta la cercanía de los artilugios
voladores. El rumor de las olas, esa musicalidad con la que incluso
se graban CD para calmar y dormir a los niños, se ha convertido
desde septiembre -especialmente los días en los que sopla viento de
levante- en un trueno ensordecedor. "Los fines de semana -confiesa
una vecina- me voy a descansar a mi piso de Barcelona". Y eso que su
dúplex tiene una visión caribeña, por lo de las palmeras, en el
Mediterráneo. Lástima que desde la terraza de su dormitorio casi
puede tocar la alas de las aeronaves y cualquier intento de
conciliar el sueño con semejante estrépito es una tarea de récord
Guinness. Y a las siete de la mañana de un sábado no apetece
escuchar ese bombardeo en tu propio hogar.
Los afectados no
albergan dudas al señalar a AENA como culpable. Ellos están
acostumbrados a convivir con el aeropuerto y aseguran que pueden
seguir manteniendo una buena relación si se aplica una regulación
racional del uso de la tercera pista, estrenada recientemente. Esto
consistiría en no utilizar la cabecera más cercana a la viviendas en
los aterrizajes (si podrían realizarse por el lado playa) y haciendo
las maniobras de despegue sobre el mar o en el corredor agrícola.
"Los expertos nos aseguran que el aeródromo no perdería capacidad
operativa y la tercera pista tendriá toda su utilidad". Un portavoz
del ente aeronaútico, dependiente del Ministerio de Fomento, replicó
que no darán su versión hasta que concluyan las negociaciones, que
han tomado fuerza después de que la ministra de Medio Ambiente,
Cristina Narbona, reconociera que la tercera pista ha entrado en
funcionamiento sin cumplir los requisitos marcados por la
declaración de impacto ambiental. Narbona prometió una solución
satisfactoria para los 6.000 vecinos y para la viabilidad de la
nueva instalación.
Apesar de estas palabras, de que el
alcalde socialista Didac Pestaña pidiera una moratoria en el uso de
la nueva infraestructura, de que la Generalitat hablara de la
inminente instalación de sonómetros o de que los afectados
presentaran un recurso de alzada -uno de los afectados es el abogado
David Jurado- ante Fomento con el mismo objetivo de paralizar el uso
hasta que se dé una solución, las aeronaves han continuado raseando.
Así que, como cada jueves que se celebra pleno municipal, los
vecinos de este barrio residencial volvieron ayer a concentrarse en
el Ayuntamiento de Gavà. Se encontraron con una sorpresa: no
pudieron acceder a la sala de plenos puesto que los antidistiburbios
acordonaron el edifificio. "Han venido abuelos y niños. Yo voy con
mi hija de 12 años". Es el comentario de José Luis Rodés, uno de los
manifestantes, al comprobar que se les denegaga el acceso a un acto
público. Marcel·li Reyes, concejal de ERC, abandonó el pleno como
señal de protesta.
El alcalde Pestaña declaró que los
vecinos deben saber quién les apoya: "Es raro que alcen la voz
contra quien está con ellos". Pero, entre sus conciudadanos, hay un
sector ARCHIVO crítico al valorar que no ha actuado con suficiente
diligencia. Pestaña creía en verdad que no habría problema:
"Aprobaron que la configuración preferente sería la oeste" (los
aterrizajes se hacen viniendo de Barcelona en la tercera pista y en
los despegues se evita el barrio virando hacia el mar o por el
corredor agrícola), lo que equivale al uso de la tercer pista y sin
causar molestias. La práctica, sin embargo, es que los aterrizajes,
el día que sopla levante (un 15%), se hacen por encima de Gavà Mar
y, todos los días, los despegues viran en la zona residencial. "AENA
-afirma el alcalde y ahí coincide con los vecinos- no actúa
correctamente". Según esta versión, el ente no ha hecho un plan de
gestión y control del ruido o un mapa de rutas alternativas que
permita rentabilizar la nueva pista sin contaminación acústica.
Jordi Villacorta, ex jugador del Barça de hockey, sostiene
que no están contra el progreso y que el reside en AENA, no en la
tercer pista. Tanja, una alemana que se enamoró de Barcelona, ahora
se ve hipotecada de por vida en una especie de prisión. "Me han
encarcelado en mi casa".
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