El principal problema
medioambiental de los municipios andaluces es la contaminación
acústica, según se desprende de los resultados de evaluación
ambiental realizados por los programas Agenda 21 de la Junta.
Medio Ambiente anunció ayer en unas jornadas sobre el ruido
celebradas en Granada, que negociará con los ayuntamientos
para encontrar soluciones a esta causa de estrés.
Junto a la acumulación de basura y la falta de espacios
verdes, el ruido es un problema grave. Así lo entienden los
111 municipios andaluces acogidos al programa de
sostenibilidad ambiental urbana del proyecto Agenda 21 de la
Junta. En estos problemas se fundamenta la celebración de unas
jornadas de trabajo que pretenden, según el secretario general
de Políticas Ambientales de la Junta, Antonio Llaguno, "formar
tanto a políticos como a técnicos sobre las distintas
herramientas legales utilizables en la lucha contra el ruido".
Andalucía es una de las autonomías más ruidosas de España.
Se debe a que pertenece a la franja mediterránea, en la que
los modos de vida provocan excesos de ruido. "Son los pueblos
mediterráneos los que mayores problemas generan de
contaminación acústica, asociados a las pautas de
comportamiento de los pueblos", afirmó la dirctora general de
Prevención y Calidad Ambiental del la consejería de Medio
Ambiente, Esperanza Caro. El turismo y las actividades de
ocio, pero sobre todo, el tráfico rodado, son las principales
fuentes de ruido en España. Por eso, según los expertos, es
necesario poner en marcha iniciativas políticas, en el marco
de normativas ya en vigor o de nueva aprobación, que frenen
este tipo de contaminación.
Según los datos aportados en estas jornadas, este problema
afecta, directa o indirectamente, a una cuarta parte de la
población de la Unión Europea. La Junta pretende adoptar
nuevas medidas que lo frenen y reduzcan el déficit de calidad
de vida, las alternaciones del sueño, el estrés y otras
patologías de las personas que lo sufren.
En Andalucía ya existe una reglamentación sobre el ruido
aunque se siguen produciendo denuncias por el denso tráfico
diurno y nocturno, y por prácticas asociadas a la cultura del
ocio, como los excesivos decibelios de algunas zonas de bares,
o las fiestas callejeras de los jóvenes conocidas como
botellón. La Junta pretende reforzar la cooperación en este
campo con las distintas administraciones, especialmente los
ayuntamientos, por lo que invitará al programa Agenda 21 a los
109 municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes. Hasta ahora
sólo participaban los que superaban los 10.000.
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