Un vecino del distrito marítimo de Castellón, Abel Martí,
recibirá una indemnización de 88.000 euros por los ruidos y malos
olores que ha tenido que soportar y que han sido generados por una
estación de bombeo de la depuradora de aguas ubicada en el interior
del Pinar del Grao.
Así lo ha determinado el Tribunal Superior de Justicia (TSJ),
quien ha condenado al Ayuntamiento de Castellón y a la Generalitat
Valenciana a pagar 44.000 euros cada uno a este castellonense
después de que el afectado denunciase los hechos ante las instancias
competentes en el año 1994 y haya ganado el pleito interpuesto
después de que hayan transcurrido diez años desde que comenzaran las
molestias.
En 1997, los tribunales le dieron la razón al afectado y obligó
al consistorio a retirar la caseta. Sin embargo, éste recurrió y
justificó ante el TSJ la necesidad de mantener la infraestructura
por el bien de la depuradora y, entonces, el tribunal fijó la
indemnización. Martí, quien explicó ayer mismo a Mediterráneo
que el Ayuntamiento construyó la estación de bombeo "en zona
verde", a unos nueve metros de su vivienda, comentó también que
dicha estación sigue abierta y de la cisterna emanan aguas sucias
que aún provocan malos olores.
Aunque ha cobrado ya parte de la indemnización --la de la
Generalitat Valenciana--, Martí asegura que preferiría "devolver
el dinero a cambio de que se solucionara por completo el problema
que aún persiste".
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