El 32% de los barceloneses se queja del ruido
exterior y otro 20%, de las molestias que provocan sus propios
vecinos El 52% de los barcelonesesse
queja del ruido de sus casas
SILVIA
ANGULO - 17/09/2004 BARCELONA La contaminación
acústica se está convirtiendo en un grave problema en Barcelona. Más
de la mitad de los barceloneses considera que el ruido exterior e
interior es el principal defecto que plantean sus viviendas. Así el
32% se queja del ruido que proviene de la calle y otro 20% del
sonido y estruendo que provocan sus propios vecinos. Otra de las
críticas que hacen los barceloneses sobre sus viviendas está
relacionada con la falta de espacio, ya que el 37% de los ciudadanos
opina que sus pisos son pequeños, según se desprende del informe BPB
Iberplaco, realizado en toda España por la empresa Demoscopia.
Los resultados demuestran que Barcelona es una de las
ciudades españolas donde la contaminación acústica es más grave,
seguida por Valencia y Sevilla. Para José de la Gándara, director
general de BPB Iberplaco, el hecho de que el 79% de las viviendas de
la ciudad tenga más de 20 años está estrechamente relacionado con la
sensibilidad de los barceloneses al ruido externo e interno. “Los
materiales que se utilizan ahora aíslan más, por lo que las
viviendas están mejor insonorizadas”, explica Gándara. Ante estas
deficiencias, sólo un tercio de los barceloneses busca una solución
que pasa por utilizar materiales aislantes o hablar con el vecino
que provoca las molestias. De hecho, un 17% de los barceloneses se
decanta por la opción del diálogo, mientras que otros, en menor
medida, optan por golpear la pared o el techo y ponerse tapones en
los oídos.
La localización es otro de los factores que más
valoran los barceloneses. El 47% de los barceloneses lleva más de 20
años residiendo en la misma vivienda, lo que representa el
porcentaje más alto de toda España. Además un 70% prefiere una
vivienda más pequeña en la ciudad –pero bien comunicada– que vivir
en una casa más grande fuera de Barcelona. Este hecho, según
Gándara, se produce entre los españoles que viven en grandes
metrópolis que ven inconvenientes en acceder diariamente a la ciudad
en transporte público o privado o temen la falta de servicios en su
nueva residencia.
Con todo, sólo el 9% de los barceloneses
se declara insatisfecho con su vivienda, frente a un 13,5% que es la
media española. El nivel de satisfacción aumenta en la franja de
edad de entre 30 y 39 años. En general, el 39% de los barceloneses
considera que su vivienda se aproxima bastante a la ideal, mientras
que más de la mitad considera que su casa está entre lo que puede
pagar y lo que le gustaría tener.
En cuanto a los elementos
que componen la casa, los barceloneses priman la seguridad y calidad
de los materiales por encima de la decoración. También les gustaría
que al adquirir sus pisos se les permitiera cambiar la distribución
de los mismos, según sus preferencias. En este sentido, la mayoría
prefiere una cocina más grande, un baño pequeño y disponer de otro
dormitorio. |