Plaza de Portugal. Botellón.
Pisos en venta. Según Luis Espada, el índice de depreciación de una
vivienda ronda el 1% por cada incremento de decibelio, siempre que el
ruido ambiental exceda los 55 decibelios.
En muchos edificios de
la ciudad cada altura está valorada en seis mil euros. Es decir, los pisos
de la primera planta cuestan 6.000 euros menos que los de la segunda y
éstos, seis mil menos que los de la tercera.
Las calles de Vigo más
castigadas por el ruido son: Gran Vía, Sanjujo Badía, calle Coruña,
Portanet y plaza de América. En todas ellas se superan los 75 decibelios.
El aislamiento de las fachadas es básico. Con ventanas aislantes se puede
reducir el ruido en 30 decibelios.
Con buenos pavimentos porosos se
puede aminorar el ruido en tres decibelios. Si se crean barreras y
pantallas acústicas se pueden eliminar unos 15 decibelios. Lo que ocurre
es que estas pantallas protegen a los que viven en edificios de cuatro o
cinco alturas, como máximo, por lo que no producen ningún efecto a la hora
de amortiguar la sonoridad en edificios muy altos, que son los que se
están construyendo cada vez más en Vigo.