El alcalde de Almàssera, Enrique
Ramón, acudió ayer a declarar ante el juzgado número tres de Moncada
por la denuncia presentada por la Plataforma Ciudadana donde se le
acusa de una presunta prevariación administrativa por omisión en
favor de la factoría Dacsa.
Miguel Ángel Ferrís, responsable
de la Plataforma Ciudadana explicó ayer que el alcalde comparece
como imputado en esta denuncia junto a un técnico de Urbanismo del
Ayuntamiento por no aplicar las ordenazas municipales sobre ruidos.
Tanto el alcalde de Almàssera como el técnico de urbanismo
declinaron ante el juez cualquier tipo de responsabilidad en la no
aplicación de las ordenanzas municipales sobre ruidos y la
autorización sobre las instalaciones causantes de los perjuicios a
los vecinos.
Al mismo tiempo, según el comunicado de la
plataforma Ciudadana Mediambiental de Almàssera, “responsabilizaron
asimismo al arquitecto del consistorio de la no intervención para
atajar las actuaciones ilegales”.
Este mismo comunicado
señala que el alcalde reconoció en su comparecencia ante el juez “la
superación con creces de las mediciones de la Policía Local respecto
a los límites de decibelios permitidos en las propias ordenazas
locales, pero alegó los datos contradictorios de las mediciones
encargadas a una empresa auditora por parte de la empresa Dacsa para
justificar su no actuación en este caso”.
La Plataforma
asegura en su nota de prensa que en la actualidad “la factoría
continúa incumpliendo los límites legales de contaminación acústica
(61 decibelios a las 12 de la noche en la última denuncia), a pesar
de las supuestas inversiones de un millón de euros anunciadas por el
alcalde a los vecinos y de que la planta de cogeneración continúa
apagada desde hace dos mese a raíz de una explosión que provocó el
temor de los habitantes colindantes y la parte del alcalde del
permiso definitivo de funcionamiento de dicha panta incineradora, la
cual ha estado en marcha durante casi dos años sin el preceptivo
permiso ni sanción alguna por parte del Ayuntamiento.