Una vecina de Valle de Guerra comenzó hace cuatro días una huelga de hambre para exigir el cierre de una fábrica de bloques situada en las cercanías de su domicilio y que, según sus declaraciones, le ha causado diversos problemas de salud.

	Dominga Pérez señaló además que "hay una sentencia de octubre de 2002 que el Ayuntamiento dice que no es firme por lo que no ha habido ningún precinto" y se quejó de la "lentitud de la justicia que después de un año y ocho meses sigue sin dar señales de vida"

M. R. R.
La Laguna

Dominga Pérez se situó ayer frente al Ayuntamiento de La Laguna donde asegura permanecerá "hasta que las fuerzas me aguanten". Esta vecina indicó que el Consistorio lagunero "ha hecho promesas que no ha cumplido como la instalación de esta fábrica en un polígono industrial hace dos años, pero estamos en 2004 y seguimos igual".

Dominga Pérez señaló además que "hay una sentencia de octubre de 2002 que el Ayuntamiento dice que no es firme por lo que no ha habido ningún precinto" y se quejó de la "lentitud de la justicia que después de un año y ocho meses sigue sin dar señales de vida". La vecina afirmó que "mandaron una doctrina donde se especifica muy bien las enfermedades que produce el estar sometido constantemente a unos niveles de ruido". Entre ellas, la vecina nombró dolencias psicopatógenas, isquemia, elevación de la presión arterial, insomnio o alteraciones nerviosas.

Esta vecina también manifestó que el Ayuntamiento reconoce que la empresa no se ajusta a la legislación, pero a día de hoy "siguen sin hacer nada, por lo que considero que están violando mis derechos humanos y nos están matando a todos los que soportamos los ruidos".