Tanto los responsables del certamen como los de la asociación coinciden en señalar que la Administración no sólo debe trabajar para reducir el sonido ambiental. Según ellos, también debería subvencionar la incorporación a las viviendas de materiales que las aíslen mejor del ruido, una operación que resulta bastante cara. //

La Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) recibió a lo largo de 2004 más de 200 reclamaciones de particulares cuyas viviendas están mal insonorizadas. Para ellos, simplemente que pase un coche por la calle o una televisión encendida de algún vecino ya se convierte en una molestia por el día y, aún más, durante la noche. El año pasado, además, la asociación recibió medio centenar de quejas de ciudadanos que viven sobre pubs, cafeterías, tintorerías o talleres. El ruido que producen estos establecimientos se hace, en ocasiones, insoportable en su vida diaria.

Por este motivo, la asociación de consumidores ha propuesto que las administraciones se impliquen más en el tema de la contaminación acústica y den ayudas a los ciudadanos que se topen con estos problemas en sus casas y que necesiten “reformarlas” para incorporar en ellas materiales que las insonoricen del ruido ambiental.

Ayer, la Universidad Politécnica de Valencia celebró una jornada sobre el aislamiento acústico en las viviendas, un problema que, según el organizador de la sesión, Antonio Reig, afecta en gran medida a Valencia por ser, según recientes estudios, una de las ciudades más ruidosas de España. Durante el certamen, se presentaron materiales nuevos que pueden aislar mejor del ruido las viviendas, y equipos de medición más elaborados. “Es importante actuar sobre la reducción del ruido ambiental pero trabajar en otra dirección, como el aislamiento de las casas, colabora en una mejora de la vida de los valencianos en este sentido”, comentó Reig durante la jornada en la UPV.