Acuerdo para frenar la
contaminación acústica marina Los delegados de 16 países de las
zonas del Mar Negro y del Mediterráneo reunidos en
Palma estos días han acordado adoptar medidas para
frenar los daños que la contaminación acústica del
mar tiene sobre los cetáceos
AGENCIAS (12-XI-2004) La
resolución se ha adoptado en el marco de la
reunión de los países firmantes del Acuerdo sobre
el Programa del Medio Ambiente de las Naciones
Unidas para la Conservación de los Cetáceos del
Mar Negro, Mediterráneo y Zona Atlántica Adyacente
(ACCOBAMS). Según palabras del director del Fondo
Internacional para la Protección de los Animales y
su Hábitat (IFAW), Lesley O'Donnell, recogidas en
un comunicado hecho público hoy, "el compromiso
adoptado ahora en ACCOBAM es un importante paso en
la lucha contra la contaminación acústica de los
océanos".
Andrew Wetzler, abogado del
Consejo de Defensa de los Recursos Naturales
(NRDC), considera en la misma nota "absolutamente
necesario" controlar el ruido submarino, ya que
esta forma de contaminación, que está
prácticamente sin regular, "está matando y dañando
a ballenas y delfines en todos los océanos". La
resolución insta a que las partes eviten el ruido
dañino producido por el hombre tanto en los
hábitat de las especies vulnerables como en las
áreas en las que pueden concentrarse mamíferos
marinos y otras especies
amenazadas.
También pide que se
intensifiquen la investigación nacional e
internacional sobre este asunto, que desarrollen
tecnologías alternativas, exijan el uso de los
mejores sistemas de control y tomen otras medidas
para mitigar los daños. Además, piden que
consulten con los representantes de cualquier
sector que produzca ruidos subacuáticos capaces de
dañar a los cetáceos, incluyendo las autoridades
militares, recomendándoles "tener una precaución
extrema al realizar sus actividades en el área de
ACCOBAMS". "Lo ideal -agrega la resolución- sería
dejar de realizarlas hasta que se desarrollen
normativas al respecto".
El comité
científico de ACCOBAMS se ha comprometido a "un
conjunto de directrices sobre las actividades
acústicas potencialmente dañinas para los cetáceos
en el área del acuerdo", es decir en el
Mediterráneo y Mar Negro. Según los expertos, el
sonido es de "crucial importancia" para las
ballenas, delfines, marsopas y otras especies
marinas, ya que les permite navegar, comunicarse y
encontrar alimento.
En los cetáceos,
cualquier alteración de su habilidad para
transmitir o reconocer sonidos puede poner en
peligro incluso la capacidad de reproducirse y
sobrevivir. De acuerdo con la misma fuente,
existen pruebas científicas de que la
contaminación sonora procedente de sonares
militares de alta intensidad, de la navegación o
de actividades de extracción en los fondos
marinos, entre otros, "puede trastornar, lesionar
y hasta matar ballenas y otro tipo de seres
marinos". |