La Guardia Urbana intensificará los controles
contra el ruido
LA
VANGUARDIA - 11/09/2004 REDACCIÓN /
BARCELONA
La Guardia Urbana de Barcelona comenzó
ayer la operación Otoño, un dispositivo destinado a incrementar la
disciplina de los ciudadanos en el tráfico, una vez finalizado el
periodo estival. Este año, la operación es más larga que de
costumbre –en vez de aplicarse sólo en septiembre se prolongará
hasta el 15 de octubre– y tiene como novedad la inclusión de
controles de ruido, especialmente el ocasionado por las motos, como
medida para fomentar el civismo. En esta misma línea, el último
trimestre del año, el Ayuntamiento lanzará otra campaña más amplia
de promoción del cívismo centrado en la movilidad ciudadana.
La campaña de otoño es “del todo necesaria” después de un
periodo de relajación, destacó ayer el concejal de Seguridad y
Movilidad, Jordi Hereu. En este dispositivo especial participan
todos los agentes disponibles de la Guardia Urbana. Las medidas
tendrán especial incidencia en la red viaria básica, las rondas, el
centro y la zona de influencia de los centros escolares, sobre todo
los primeros días del curso, que comienza la próxima semana. La
vigilancia tiene en cuenta aspectos como el exceso de velocidad, los
aparcamientos indebidos (sobre todo las dobles fila y los que se
hacen encima de las aceras), el respeto de los semáforos y de los
carriles bus, multiuso y para bicis. Al margen de la campaña, Hereu
recordó que los próximos meses se estrenará el nuevo sistema de
control de la invasión de los carriles bus con cámaras móviles.
En la edición del 2003, la campaña de otoño se cerró con
5.233 denuncias por saltar semáforos en rojo, 1.500 por circular sin
cinturón y 808 por no llevar casco. También se registraron 10.310
infracciones por estacionamiento en la acera, 10.938 por hacerlo en
zonas de carga y descarga, 7.452 en doble fila y 3.046 en pasos de
cebra. |