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Seis años durmiendo con el ruido y el polvo de Transalfals
Un grupo de 22 vecinos de Bellcaire dUrgell lleva seis años denunciando en el Ayuntamiento de la localidad y en el Departament de Medi Ambient que las dos plantas de la cooperativa forrajera de segundo grado Transalfals & La Vispesa producen ruido y polvo, dos efectos que no nos dejan dormir y ensucian nuestras casas, afirman los afectados. Por ello, cansados de esperar a que se resuelva el problema, el colectivo está dispuesto a presentar una nueva demanda contenciosa-administrativa contra el Ayuntamiento o, si cabe, iremos por la vía civil o penal contra la fábrica.
Bellcaire dUrgell - Brigitte Bobet
El origen de la historia se remonta
al año 1999, cuando se produjo la ampliación de Transalfals y se
construyó la segunda planta que tiene la cooperativa. Ambas fábricas
están situadas a tan solo 100 y 600 metros respectivamente de diversas
casas ubicadas en las calles Lleida y Nostra Senyora de les Sogues de Bellcaire,
hecho que hace que no podamos ni abrir las ventanas porque el ruido es insoportable,
explica J.O.P., uno de los afectados.
Un vecino tuvo que cambiar los
cristales de las ventanas e insonorizar toda su vivienda por este motivo,
afirma J.O.P. Además, las calles Lleida y les Sogues son las únicas
vías de acceso a la fábrica una de ellas fue asfaltada por
la propia Transalfals y los tractores circulan de madrugada durante la campaña
de la alfalfa y no nos dejan dormir, añade.
Hace seis años,
un grupo de 46 vecinos presentó el primer escrito de alegaciones en el
Ayuntamiento y una denuncia en Medi Ambient, unos documentos en los que expresaban
el malestar que les causaba el ruido y el polvo de la cooperativa, un estruendo
que oye todo el pueblo pero que nos afecta más a los que vivimos cerca
de Transalfas, afirma el colectivo.
El Departament de Medi Ambient resolvió
en noviembre de 1999 que la actividad de la fábrica era molesta y
peligrosa, por lo que dictaminó una orden de obligatorio cumplimiento
en la que afirmaba que la cooperativa debía instalar un muro de contención
o una línea verde de árboles para evitar el ruido. Y ésto
no se ha hecho, dice una de las afectadas. El siguiente paso que hicieron
los vecinos fue en octubre del pasado año, cuando solicitaron al consistorio
de Bellcaire que llevara a cabo un informe técnico para cuantificar el
zumbido que emite la cooperativa. El resultado fue que el nivel de ruido
delante de la fábrica es de 72,5 decibelios y sin tener en cuenta los componentes
tonales e impulsivos (dos factores que también se analizan y que
supondrían un nivel superior al que concluye el estudio).
Transalfals
también tiene su propio informe, hecho por la empresa Sergara, y determina
que delante de la fábrica el nivel es de 40 decibelios, según explica
el presidente de la cooperativa, Joan Inglada. La Ley establece un máximo
de 60 decibelios y, de acuerdo con el estudio acústico del Ayuntamiento,
el ruido de la fábrica es mayor (72,5). Asimismo, en el interior de una
vivienda el máximo permitido es de 50 decibelios, pero en mi casa
estamos a 55,9, dice una de las afectadas. Por ello, tengo que dormir
en una habitación apartada y en un colchón en el suelo, afirma.
Tras años de lucha para que la fábrica cumpliera con la orden de
Medi Ambiente y que solventara el problema, el pasado febrero un total de 22 vecinos
presentaron otro expediente en el Ayuntamiento. El consistorio siempre ha
mostrado su voluntad para solucionar esta situación pero ya no es suficiente
contar con las buenas intenciones, dice otra vecina. Ahora, si no
hacen nada, estamos dispuestos a ir por la vía civil o penal contra la
fábrica, afirma el colectivo.
Por su parte, el actual alcalde,
Xavier Bergés, reconoce que es un problema de hace años
y afirma que Transalfals ya ha presentado un proyecto en el Ayuntamiento
para silenciar los motores, algo que deben hacer antes de mayo. Para solucionar
el polvo, tiene tiempo hasta octubre.
No queremos molestar y en 15 días estará solucionado
El presidente de la cooperativa
Transalfals, Joan Inglada, asegura que nosotros no queremos molestar
y antes de que se interponga una demanda judicial colocaremos silenciadores
en los motores de la planta de cogeneración, que es la que realmente hace
ruido y, además, es la que funciona 24 horas al día.
Transalfals
anunció esta semana una inversión de 30.000 euros para silenciar
los motores de su fábrica, un proyecto que se incluye dentro de las medidas
de la cooperativa para conseguir la normativa de calidad ISO 14000. Debemos
reconocer que por la noche todo se oye mucho más y con un muro de contención
o una línea verde no solucionaríamos el problema, dice Inglada.
Por ello, el presidente de la cooperativa se compromete a silenciar la fábrica
en un plazo de 15 a 30 días.