ROCÍO
GONZÁLEZ Esta situación puede llegar a ser tan estresante que hay
personas que llegan a enfermar. Tanto es así que la Organización Mundial de la
Salud ha catalogado el ruido como contaminación y está demostrado que puede llegar
a provocar insomnio y estrés. A pesar de que el artículo 3 de la Ley
de Ordenación de la Edificación contempla entre los requisitos básicos el
de la protección contra el ruido –de tal forma 'que el ruido percibido no ponga
en peligro la salud de las personas y les permita realizar satisfactoriamente
sus actividades'–, cada vez llegan más reclamaciones a las asociaciones de usuarios
y consumidores sobre viviendas que no están suficientemente aisladas. ¿Qué se
puede hacer en estas situaciones? Lo más normal es que se opte por aislar
paredes y ventanas. Todo con tal de impermeabilizar las viviendas contra los ruidos,
pero estas obras conllevan un desembolso. Las constructoras deben impermeabilizar
las viviendas de una forma adecuada; sin embargo, en ocasiones el aislamiento
acústico es deficiente. ¿Cómo se puede lograr que las viviendas tengan el aislamiento
oportuno? Hasta ahora no existe una normativa común que evite la entrega
de viviendas sin el aislamiento acústico adecuado y lo único que hay son regulaciones
municipales y autonómicas, donde cada ayuntamiento y comunidad regula los niveles
de decibelios admisibles. Por ejemplo, en Madrid el nivel de ruido no puede
superar los 45 decibelios en el interior de la vivienda, mientras que en Zaragoza
el éste es de 35 dB de día y 30 de noche. Ley del ruido.
Ante el aumento del número de denuncias por exceso de ruido existe ya un proyecto,
la llamada ley del ruido, que supondrá una normativa común que evite la entrega
de viviendas sin el aislamiento acústico necesario. La ley prevé que aumente el
aislamiento en paredes y suelos y contempla la creación de un mapa sonoro que
permitirá determinar los niveles de contaminación acústica, que se fijarán según
el tipo de zona (residencial, industrial, recreativa, sanitaria y docente). Los
espacios habitables estarán especialmente protegidos, y no se permitirá edificar
en lugares que superen los decibelios asignados a cada zona y se podrá exigir
al vendedor que modifique cualquier aspecto de la vivienda que genere valores
acústicos ilegales. Además, las administraciones competentes deberán realizar
inspecciones para controlar la contaminación acústica. Mientras llega la
ley, quien ya sufra problemas de ruido en su vivienda debe saber que existe la
posibilidad de que los tribunales le amparen. Lo primero que debe hacer es acudir
a los técnicos especialistas, que midan el nivel de ruido de la vivienda y comprueben
qué aislamiento se ha instalado en tabiques y paredes. |