SAN ILDEFONSO Silencio para la
convivencia |
Varios
alumnos pasan por un pasillo del instituto, bajo un cartel que
indica “día del susurro”. / JUAN MARTÍN
El I.E.S. “Peñalara” de San Ildefonso
celebró “el día del susurro”, una experiencia que fue
calificada como “un éxito” tanto por alumnos como por
profesores del centro Guillermo Herrero - San
Ildefonso
Susurrar es, según el diccionario de la Real
Academia Española, hablar con voz baja. Algo que, al parecer,
está en desuso y necesita ser fomentado. Así lo entendieron
los responsables del Instituto de Enseñanza Secundaria
“Peñalara” de San Ildefonso, que decidieron organizar “el día
del susurro”, con la pretensión de concienciar a sus cerca de
cuatrocientos alumnos de la conveniencia de evitar los ruidos,
incesantes en la actividad diaria del centro . La jornada se
celebró ayer y, al final de la misma, tanto alumnos como
profesores acabaron “bastante satisfechos”.
Nuria de
la Cruz, coordinadora de Convivencia del “Peñalara”, explicó
que, en el ejercicio de tal función, intenta resolver los
conflictos que se producen en el instituto y “crear un
ambiente relajado con el fin de que disminuya el número de
problemas”. En este segundo aspecto, De la Cruz ideó el “día
del susurro” al entender que “la convivencia es más pacífica
si hay tranquilidad”. Por el contrario, esta profesora de
música está convencida de que el ruido incita a la violencia.
“Solo hace falta ver lo que ocurre en los atascos, donde todo
el mundo acaba gritando e insultándose”, añade.
Después de un mes de preparativos, ayer llegó el día
“D”. Se trataba de una ilusión colectiva, en la que era
fundamental la colaboración de todos y cada uno de los
componentes de la comunidad. “Yo quería que formáramos un
verdadero equipo porque si había gente que no se implicaba
podía estropear la operación”, dijo la “invenora” de la idea.
A primera hora se repartieron entre el alumnado pines
que habían diseñado los mismos estudiantes. En uno modelo
aparecía una figura de un mimo, mudo, y en otro un pajarito
cantando, acompañados de lemas como “Ruidos no” o “el insti no
es un zoo”. Además, a la entrada del centro se colocaron dos
paneles en los que figuraba la palabra “silencio” en los
diferentes idiomas natales de los alumnos y frases célebres,
del tipo “cuando hables, procura que tus palabras sean mejores
que el silencio” o “la palabra es plata y el silencio es oro”.
También se sustituyó el molesto sonido del timbre que indica
el final de una hora por suave música clásica. Y, en general,
el nivel de decibelios bajó en el “Peñalara” con respecto a
otras jornadas.
En la última hora lectiva de ayer,
todas las clases debían resumir en una palabra la sensación
que habían tenido. “Paz” o “tranquilidad” fueron las más
repetidas. “Lo mejor de todo es que los propios estudiantes
han sido críticos consigo mismos”, resumió De la Cruz, que
dijo que el “Peñalara” había vivido ayer un día “con más
armonía” de lo habitual. Hoy, nada más entrar a clase, los
alumnos harán un balance del experimento. “Espero que el
efecto de esta actividad se prolongue en el tiempo”, deseó De
la Cruz, a la que también la gustaría que la idea del “día del
susurro” fuera exportada a otros institutos de Segovia. “Sería
bonito enriquecernos con iniciativas similares”, concluyó la
coordinadora de Convivencia del “Peñalara”.
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