TARRAGONA Mapas
de ruidos
Con motivo de cualquier fiesta el
Consistorio concede permiso para ruidos atronadores |
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OLGA
XIRINACS - 22/03/2006
Los hermosos
perales en flor, recién plantados en la calle del Gasòmetre de
Tarragona, predisponen a la indulgencia y a la pausada contemplación
entre el tráfico intenso de la vía recién modelada. Al mismo tiempo,
el 27 de febrero del 2006, el Diari de Tarragona anuncia:
"Medi Ambient se pone las pilas. El Ayuntamiento de Tarragona
elabora el mapa de contaminación acústica de Tarragona", (la
redundancia no es mía). Ilustra la noticia un plano con las
situaciones de mayor contaminación acústica. Y también anuncia que
6.000 (seis mil) puntos de luz incumplen una normativa ya promulgada
hace dos años.
Como dijo el tanguista con acierto, "flaca
memoria la del tiempo...". Nuestro Consistorio olvida sus asuntos
con mucha facilidad. Según cuáles, claro. O quizá el escaso
presupuesto haya impedido adquirir las pilas necesarias, porque Medi
Ambient las necesita potentes en nuestra ciudad, incumplidora de
cualquier norma cívica. Escribo esto porque el 2 de octubre del 2003
el Diari publicó ya el mismo mapa, señalando las mismas zonas
de contaminación acústica de Tarragona y anunciando que el ruido en
las ciudades será perseguido.
Llovió o no llovió mucho desde
entonces. Y puede que dentro de tres años, entre olvidos y
descuidos, el Diari vuelva a publicar el mismo mapa
explicando por qué Medi Ambient no encontró aún sus pilas
neuronales. Ya pueden llover chuzos de punta, porque con motivo de
cualquier fiesta de tres al cuarto o de gran tronío, es el
Consistorio el primero en conceder permiso para ruidos atronadores.
El último y vergonzoso, los ensordecedores decibelios de las
comparsas de carnaval rozando los muros del hospital de Santa Tecla.
Gran sensibilidad la de Medi Ambient. A nuestras preguntas al
respecto de ruidos varios, la respuesta siempre es la misma: "Tienen
permiso municipal". Pues qué bien. ¿Esquizofrénicos? ¿Pagan un mapa
de ruidos para incrementarlos? ¿Dicen que "persiguen" los ruidos y
son ellos quienes los organizan y conceden permisos?
Hoy no
voy a hablar de los perros in extenso, porque las normas cívicas son
papel mojado. En el flamante paseo de las Palmeres siguen los
impresentables dueños y dueñas subiéndolos al césped como un reto, a
ver quién es más cerdo. Nadie vigila ni reprende. Medi Ambient sin
pilas. Suerte de los peralitos en flor, y ésta es una lanza a favor
de la brigada municipal de jardineros.
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