Crónica Ecológica
Enemigo Invisible.
Por: J. G. Muñoz Experto en derecho
medioambiental
El enemigo es
fuerte, es invisible, es difícil hacerle frente, se introduce
en nuestras casas por cualquier lugar, destruye nuestra paz
llevándonos a un estado de intranquilidad tal que nos es
imposible conciliar el sueño por las noches y concentrarnos en
algo por el día.
En muchas ocasiones
llegamos a desesperarnos al vernos impotentes para poner freno
a esta intromisión en nuestra intimidad. Intimidad que sólo
disfrutamos en nuestros hogares y sólo cuando este monstruo
nos deja en paz.
El ruido o contaminación acústica es
uno de los grandes problemas que afectan al medio ambiente en
los núcleos urbanos de nuestra Sierra, de nuestra región y en
fin, me atrevo a decir que también en el resto del globo. En
nuestro país parece que la lucha contra este “asesino
ultrasónico” se ha hecho un poco más fácil, y digo esto a
tenor de la reciente jurisprudencia del Tribunal
Constitucional que ha declarado expresamente que el ruido en
un grado suficiente pude llegar a dañar la intimidad de las
personas, conculcando derechos fundamentales del individuo
como la integridad física, moral y la inviolabilidad del
domicilio. Existe ya una serie de sentencias del Alto Tribunal
que otorgan al ciudadano el derecho a ser protegido de este
tipo de injerencias que violan y dañan sus derechos
fundamentales consagrados en la Constitución
Española.
Las administraciones públicas tienen un papel
principal en la defensa de estos derechos que son violados de
manera permanente y sistemática por obras que superan los
límites sonoros permitidos, por las discotecas que hacen caso
omiso a las ordenanzas municipales sobre niveles de ruido y un
largo etcétera que nos llevaría incluso a reconocer como
productores indirectos de esta situación a los ayuntamientos
de nuestra comarca. Y es que la pasividad que presentan
respecto al control del exceso de ruidos es tal que en muchos
casos los vecinos que sufren estas molestias no acuden a
denunciarlo a la policía local, sino que buscan alternativas
al margen de la administración de turno, las movilizaciones
sociales de denuncia colectiva. Algo a lo que estamos
acostumbrándonos y es que muchas veces es más efectiva la
denuncia ante un periódico que la tramitada ante las Fuerzas
de Seguridad, ya sean locales o estatales.
La
contaminación acústica es una degradación del medio ambiente
como otra cualquiera, si me apuran una de las que más afecta
al ser humano que es especialmente sensible a este tipo de
interferencias en su medio. Los ayuntamientos deben tomar
nota, también ellos indemnizan por
omisión. |