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Guatemala, miércoles 28 de septiembre de 2005

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Buena Vida

Cuide sus oídos
Por: Gema Palencia

Los daños no se aprecian en el momento, pero son irreversibles. Quien utiliza los equipos de música con un alto volumen, o en el trabajo soporta elevados ruidos por la maquinaria, sufrirá pérdidas de audición en unos 10 años, aseguran los especialistas.

Las madres tenían razón: la música a alto volumen aumenta la proporción de personas de mediana edad que sufre pérdida de la audición.

El oído humano empieza a sufrir cuando los ruidos superan los 85 decibelios, y según el Instituto Nacional de la Sordera de EE.UU., el volumen de sonido en los conciertos de rock y sus derivados alcanza entre 110 y 120 decibelios, el doble que una conversación normal.

A los 125 decibelios el oído sufre y el ruido se hace intolerable a los 140, que es equivalente al ruido que causa un avión a reacción.

“No se le da importancia, pero cada vez son más las personas que padecen problemas de oídos por exposición”, explica Georgina Jurado, audióloga del Hospital Rodolfo Robles.

Sin embargo, Jurado indica que el 50 por ciento de los casos congénitos de esta enfermedad en el país son evitables, mediante vacunación que contrarreste enfermedades como la rubeola o meningitis.

El comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala ha puesto en marcha un plan de prevención, por medio del cual se está dando capacitación a maestros para que sepan detectar los problemas en los niños.

Testimonio: Sin sonidos

Su realidad de vivir en el silencio no ha sido impedimento para superarse.

Sandra Patricia y Josefina no pueden oír la música, pero al verlas bailando flamenco nadie podría darse cuenta de esto.

Un grupo de 15 niñas con problemas de audición, del colegio Fray Pedro Ponce de León, encuentran en el baile su mejor forma de expresión.

Al igual que cerca de 30 mil guatemaltecos, Sandra Patricia y Josefina sufren problemas de sordera. Aún así marcar el ritmo con las manos y los pies no les resulta complicado.

Ambas estudian magisterio y quieren dedicarse a ayudar a otros niños que tengan su mismo problemas.

Comparten pupitre con compañeros que no tienen ese problema y les apoyan en las dificultades.

“Leemos los labios y si algo no entendemos nos ayudan o nos dejan copiarles”, explica Josefina.

Con la celebración hoy del Día Internacional de las Personas Sordas, organizaciones de ayuda a los discapacitados reclaman más apoyo a este colectivo.

Poner subtítulos en un informativo de televisión permitiría a muchas personas sordas conocer lo que pasa en el país, dicen.

Los afectados por problemas de audición también reclaman más apoyo del Gobierno para tener acceso a tratamientos médicos, aparatos para oír o centros de formación.

“Es importante que en las escuelas públicas se de educación especial a los niños, que haya intérpretes en juzgados”, señala Luis Vásquez, presidente de la Asociación de Sordos.

“La sordera separa a la gente de la gente, les impide la comunicación y con ayuda médica y educación se puede lograr que para muchas personas esta barrera sea menor”, afirma Georgina Jurado.

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