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OPINIÓN
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La concienciación ciudadana, principal arma contra el ruido
Hoy se celebra el Día Internacional de Concienciación contra el Ruido, el problema social de nuestra era, y nos referimos a problema social porque cada vez son más los casos en los que alguien ha padecido un problema relacionado con el ruido.

Seguro que conocemos a algún amigo, compañero de trabajo o familiar que ha sufrido algún problema de ruidos. Y no nos referimos solamente a que viva al lado de una discoteca o una actividad industrial, o que debajo de su vivienda tenga un local de ocio en el cual está sonando música a unos niveles tan altos, que no sólo molestan al vecindario, sino que puede causar serios problemas a la salud de las personas que acceden a esos locales, y lo que es peor, a los propios trabajadores del local. Nos referimos a la infinidad de casos que van ocurriendo cada día en relación al ruido, porque al fin y al cabo, con el avance de las tecnologías y el uso de equipos eléctricos para realizar cualquier actividad o para la mejora del confort personal de cada uno, se produce ruido.

Cada vez son más los equipos de aire acondicionado que se instalan en las viviendas, ubicando la maquinaria exterior en el primer lugar que se le ocurre al instalador para su comodidad, sin tener en cuenta que está junto a la ventana del vecino o en el patio interior del edificio, formando una caja reverberante enorme que molesta al edificio.

Con la llegada del buen tiempo, los jóvenes sacan sus motocicletas de paseo por las ciudades, y cuanto más trucado está el escape, más corre la moto, pero además más ruido hace. Además coincide esta época del año con que apetece tener las ventanas abiertas para que entre el fresco, lo cual sumado al paso de motocicletas y vehículos ruidosos, y el uso indiscriminado del claxon que suelen hacer los conductores sobre todo en la ciudad, hace imposible poder estar leyendo un libro en casa tranquilamente, ver la televisión o simplemente relajarse, sin que nos moleste el paso de la motocicleta, el claxon del coche, etc. Peor es aún cuando intentamos dormir.

Otro tema son los factores indirectos que conllevan las actividades de ocio, porque aún estando muy bien insonorizado el local que tenemos debajo de casa, el trasiego de coches, motocicletas e incluso la gente que se pueda quedar hablando en la puerta incluso que se quede abierta la puerta del local, hace que se generen unos niveles de ruido muy elevados en la calle, y que nos impidan conciliar el sueño, o realizar cualquier actividad de concentración. Lo mismo ocurre con los polígonos industriales existentes cerca de las urbanizaciones residenciales, porque aunque los locales estén bien aislados acústicamente, el paso de camiones para carga y descarga por la urbanización, hacen subir los niveles de ruidos a cotas muy altas.

Por otro lado, con el auge de la construcción, cada vez se construye más, y más rápido, haciendo que los muros de separación entre viviendas se construyan con lo justo, no llegando en muchos de los casos a cumplir con los niveles mínimos de aislamiento que exigen las normas.

Para evitar estos problemas, en la Comunidad Valenciana, se aprobó en diciembre del 2002 una ley que dicta normas y pone límites y barreras al ruido, y desde diciembre del 2004, un decreto por el que se establecen las normas de prevención y corrección de la contaminación acústica. La comunidad murciana también tiene un decreto regional en el cual se establecen límites y normas contra el ruido. A nivel nacional, el gobierno aprobó en el 2003 la llamada Ley del Ruido, en la que principalmente se establecen pautas para el control del ruido, y las competencias en esta materia.

Pero independientemente de normas y leyes, la principal tarea a realizar para a lucha contra el ruido es la concienciación ciudadana. Todos tenemos que ser conscientes tanto del perjuicio que nos produce el ruido, como del perjuicio que producimos al generar ruido. El ciudadano de a pie debe saber que existen normas y procedimientos por los que por los que no hay que aguantar en silencio el que un vecino nos instale un equipo de aire acondicionado cerca de nuestra ventana, impidiéndonos coger el sueño fácilmente. Ni que el local que tenemos debajo de casa nos despierte a las 5 de la mañana porque empieza su actividad. Ni que la moto que pasa todos los días frente a nuestra ventana no cumpla con los requisitos de emisión sonora máxima.

Pero también debe estar concienciado de que no tiene razón para estar molestando con el equipo de aire, o con la motocicleta con el escape libre, o haciendo una fiesta en casa hasta altas horas de la madrugada. Porque igual que a cualquiera le molesta el ruido cuando intenta descansar, no tenemos por qué molestar nosotros cuando los demás descansan. Es una cuestión de solidaridad.

Hoy en día existen armas legales para luchar contra el ruido, y empresas en las que apoyarnos a la hora de resolver cualquier problema relacionado con el ruido, desde soluciones de aislamiento para locales o actividades, hasta mediciones y asesoramiento legal de los procedimientos a seguir a la hora de presentar cualquier reclamación o denuncia contra el ruido.

José Vicente Hernández es gerente de HV Ingenieros SL.
 

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