LLUÍS GALLARDO, PRESIDENTE
DE JURISTAS CONTRA EL RUIDO “El ruido eleva
el colesterol”
Tengo 33 años. Soy licenciado en Derecho. Nací
en Barcelona y vivo en l'Hospitalet de Llobregat. Convivo con una mujer fantástica
pero un poco ruidosa, no tenemos hijos pero sí una gata: “Lluna”.
Mi política es respetar a los demás mediante el silencio. Me educaron en el catolicismo
que ciertamente he olvidado un poco, pero creo en Dios | |
| IMA
SANCHÍS - 01/10/2003 Cómo se especializa uno contra el
ruido?
–A raíz de un problema que tuve con unos vecinos ruidosos
recién acabada la carrera.
–Pues debe usted mucho a esos vecinos.
–Visto así... Ahora el 80% de los asuntos que llevo tienen que ver
con la defensa de perjudicados por el ruido.
–¿Qué entendemos
por ruido?
–Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
“todo aquel sonido no deseado”.
–Eso es demasiado
amplio y subjetivo.
–De acuerdo, entonces le diré que el ruido
provoca estrés, irritabilidad y ansiedad; agrava las enfermedades cardiovasculares,
eleva la tensión arterial y el colesterol y perjudica seriamente el corazón. También
provoca enfermedades gástricas y afecciones psíquicas.
-¡...!
–He
conocido casos de esquizofrenia, personas que tenían junto a su casa una asociación
sociocultural que organizaba conciertos y bailes hasta las 3 de la madrugada.
A los vecinos acabaron diagnosticándoles una esquizofrenia por falta de horas
de sueño.
–¿Cuál es el nivel de ruido aceptable para poder dormir
–Niveles superiores a 35 decibelios pueden producir insomnio. Si
este problema se hace crónico tiene graves consecuencias físicas y psíquicas como
somnolencia, fatiga y falta de concentración.
–¿De qué?
–De
con-cen-tra-ción. ¿Qué no me oye?
–No mucho.
–Vaya,
le voy a enseñar a hacer un autodiagnóstico: ¿percibe un zumbido tras estar expuesta
a un ruido intenso?; o al abandonar una zona ruidosa ¿le resulta dificil la comprensión
del habla?; ¿puede oír todas las palabras, pero algunas no las comprende?
–¿Debo
ir al otorrino?
–Volando: el ruido pude afectar el nervio auditivo
y al tímpano de por vida, lo que significa que jamás se librará del pitido interno.
El ruido entra por estas dos ventanas, las orejas, que no podemos cerrar, y afecta
a todo nuestro sistema, desde el cerebro hasta la piel. La mayoría de dolores
de cabeza se los debemos a él.
–Según sus datos, en Barcelona
no duerme nadie.
–Puede que durmamos, pero no descansamos; eso
explica el nivel de irritabilidad, la falta de concentración y esa sensación de
que no te da tiempo de nada. Todos esos son efectos psicológicos derivados del
ruido.
–¿Pastillas para dormir?
–Mejor conseguir
un silencio relativo, por debajo de los 30 decibelios.
–Con el
tráfico de la ciudad es una utopía.
–Barcelona es una de las
ciudades más ruidosas de España y España es el segundo país más ruidoso del mundo
después de Japón.
–En una oficina, frente al ordenador, teléfonos
sonando, gente hablando, ¿qué nivel de ruido tenemos?
–Más de
60 decibelios. Resulta dificultoso trabajar en esas condiciones y ese el motivo
de que terminemos nuestra jornada tan tensos y con dolor de cabeza. El tipo de
ruido se mide por el espectro de frecuencia, a veces un ruido de baja frecuencia
y continuo, como el del ordenador o el aire acondicionado, puede llegar a ser
más perjudicial que otro de impacto. Es curioso, la calidad de vida disminuye
conforme aumente el nivel de vida.
–¿Cuánto ruido soportamos
en la Gran Via a la una del mediodía?
–Casi 80 decibelios y,
en la Via Laietana se sobrepasan.
–¿Y si para soportar ese ruido
te colocas unos auriculares y escuchas música?
–Según estudios
del 2001, casi al 50% de los jóvenes que utilizan walkman les queda poco tiempo
para experimentar la sordera. Y está demostrado que el ruido en las aulas es responsable
de un bajo rendimiento escolar, particularmente en la enseñanza primaria.
–Las
obras públicas son un martirio.
–Si quieres ahorrar dinero en
esas cosas acabas contratando proyectos que utilizan tecnología poco desarrollada
desde el punto de vista de la preservación del silencio.
–¿Los
ciudadanos podemos denunciarlo?
–No, la obra pública tiene licencia
para hacer ruido, es más importante su finalidad que nuestra salud. Aun así, hay
una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya que no legitimó el
ruido de un tren que pasaba por encima de unas viviendas.
–Cuénteme
la sentencia más curiosa.
–Llevamos a juicio a un pianista que
se negaba a insonorizar la habitación de música y conseguimos expulsar a unos
arrendatarios que empezaban a emitir ruidos el viernes por la noche y no paraban
hasta el lunes.
–¡Menuda fiesta!
–La sentencia
fue pionera. Otro caso que ganamos fue el de un campanario que excedía los límites
de decibelios.
–¿Desde cuándo nos preocupa el ruido?
–Las
leyes romanas ya preveían que determinados carruajes no pasaran por en medio de
las poblaciones. Y hay una regulación isabelina de principios del siglo XIX que
prohibía a los maridos pegar a sus mujeres a partir de las diez de la noche para
no molestar a sus vecinos.
–Muy civilizados.
–Para
civilizados los países nórdicos, que han implantado por ley en los coches un radar
que detecta los vehículos de emergencia. En España las ambulancias y los bomberos
rozan el límite del dolor y cada vez que arranca un autobús son 85 decibelios.
–Entiendo.
–No nos cansaremos de demandar a
ayuntamientos por la falta de concienciación de sus responsables políticos. |